Nota mental

La siguiente entrada es una nota mental:

No usar vestidos de "verano" en días de "invierno".

Por obvia y/o absurda que parezca la oración anterior es una nota mental que va muy enserio.
Para aquellos que no están familiarizados con el clima de Manizales, siempre ha sido conocida por ser una ciudad fría, en donde las nubes y las montañas se mezclan, donde puedes perderte, en ocasiones, en la neblina. Pero, el cambio climático, el fenómeno del niño, u otras razones meteorológicas que desconozco nos habían hecho olvidar esa vieja Manizales, al menos a mi...
Ya me había acostumbrado a los soles bochornosos de medio día y en ocasiones opté por salir de casa sin abrigo.
Hoy fue un día de esos. A pesar de que esta mañana me levanté con frío de mi cama, un rayo de sol que se colaba por la ventana me dio la certeza de que sería un buen día para usar un vestido veranero.
Fui engañada torpemente, salí de mi casa con un suéter delgado y mis piernas descubiertas y, a medida que el bus se acercaba a mi destino, la Universidad, el cielo se iba tornando gris y nublado.
No tuve que llegar para darme cuenta de mi error. Mis rodillas ya lo sabían. El frío se coló por ellas e hizo una mañana interminable en la que añoraba sentir un poco de calor.
Me senté al lado de una estufa en el taller de grabado, ingerí bebidas calientes  y llegué corriendo a casa a envolver mis pálidas piernas en una cobija, también a disculparme con ellas por tan grave error.

Mi nota mental es: no confiar en los rayos tímidos del Sol. Manizales ha vuelto a ser la cuidad lluviosa y nublada que todos conocían y que yo no extrañaba realmente.



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