Tardes de abril

Es una tarde de abril,
(este relato puede iniciar así, con aires de que esa oración ha sido pronunciada por más personas de las que puedo imaginar)
¿Es una tarde de abril y las hojas caen?
No, no caen las hojas, solamente voy camino a casa.
la carretera a mi costado izquierdo,
Delante de mi,
peatones con los que bailo mientras decidimos quién pasa primero.
Puede anochecer dentro de poco y desde el puente que me gusta se ve caer la tarde sobre la ciudad.
Camino hacia casa y te pienso.
Juego a imaginarte entre la multitud,
Tal vez estás enfadado y vas adelante con tu sombrero sobre la cabeza, tu camisa de cuadros y tu mochila en la espalda.
Me dejaste atrás y paras de vez  en cuando para ver si te sigo el paso
No dices nada
Por eso es fácil imaginarte así
delante de mi,
porque hay silencio.
No debo  perder de vista tu sombrero,
Te busco
( en este pedazo puedo cantar un bolero...
" Te busco perdida entre sueños, el ruido de la gente me envuelven en un velo".
 Me gusta en la voz de Celia Cruz).

Juego a imaginarte enfadado
porque camino a casa y no te escucho hablar a mi lado
porque si te imagino enojado "pensarte" queda ahí,
la melancolía no llegará lejos si te imagino enfadado conmigo.
Te pienso con aires de indignación
para que la melancolía no haga de las suyas,
para que no trascienda,
para que no se haga tristeza.

Es curioso como mis ojos no quitan la vista de enfrente
con la idea de encontrarte,
Dejé de jugar
pero me descubro buscándote.
Faltan pocas cuadras para llegar,
ya anocheció
la ciudad  prendió sus luces
y empieza a hacer frío
ya dejé de buscarte
Aún hay más tardes de abril
para jugar a imaginarte
Llegué a casa,
lo que indica que por hoy
ya acabó el juego.

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