No subí al avión

Ayer tendría, en otras circuntancias, que haber tomado un avión de regreso a Colombia.

Desde el dos mil quince voy y vengo. Desde ese año he ido sumando casas y aún así, sigo sin la habilidad de saber armar una maleta con las cosas necesarias.

Desde el dos mil quince he querido quedarme.

Permanecer.

Mientras tanto, sigo regada, 

partida en pedacitos aquí y allá. 

En un lado o en el otro siempre está la nostalgia de lo que dejo por un tiempo.

Y siguen sin gustarme las despedidas, por cortas que parezcan.


Ayer no fui yo la que subió al avión.

Acompañé a mis papás y mi hermana al aeropuerto

Fueron ellos los que se fueron.

No yo.

No me despidieron, nos despedimos.


Está vez soy yo la que se queda.

Hoy llevo 181 días en México, 

No es un número al azár y conozco la cuenta porque 180 era el límite.

Contados uno a uno los días en el calendario, antes de cualquier cosa.


Hoy rompí el límite,

Lo crucé, 

Ya lo navego.

Me quedé aquí,

Con la certeza de que esta es mi casa.

Con la certeza de que puedo quedarme.


Permanezco

Y ahora, es mi tiempo de echar raíces.



Comentarios

  1. Es un gran escrito, me alegra que hayas pasado el límite te deseo mucha felicidad éxitos y alegría, aunque creas que en esos viajes has dejado algo, al contrarios has llevado muchas cosas

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