Rojo Tailandés

                                                                              

Para los tailandeses el domingo es rojo,
lo aprendí en un taller sobre tintes naturales, hace un tiempo ya.
Rojo carmín,
rojo sangre,
rojo pasión,
rojo ladrillo,
rojo Taxco,
pero,
¿rojo domingo?

Para mi los domingos siempre han sido una mezcla de amarillo y gris -en ese orden-.
Empiezan soleados, con olor a parque, bloqueador en el rostro y sabor a helado.
y luego se mezclan con la nostalgia y el silencio; quizás algo de lluvia o una cobija. 
De quietud, por eso el gris.

Yo nací un domingo y me tardé en hacerlo, mi mamá tuvo que pasar más días de los deseados en el hospital esperando a que naciera, hasta que salí, un domingo a las cinco de la tarde, cuando ya todos van de regreso a casa después del paseo dominical, cuando empiezan las cuentas por los pendientes no realizados para el inicio de semana.

No siempre me han gustado los domingos, a veces es más grande el silencio que yo y me pesan.
Pero ayer fue mi cumpleaños y fue domingo
Mi mamá hizo panqueques, para celebrar desde la distancia con mi papá y mi hermana.
y la pasé con amigos en el parque el día anterior.

Ayer, fue un domingo amarillo,
No hubo espacio para la nostalgia
y lo agradezco,
agradezco el domingo que fue y el año que será.

Sigo sin entender porqué un domingo sería rojo,
porque aquí aún son amarillos.
No pesan como antes,
No han sido silenciosos.
 
Y quizás, en un futuro descubra porque en Tailandia son rojos.



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