"Elogio a las rainboots que no tengo"

 ( El ensayo de Adriana Ventura que se presta como excusa para escribir hoy)

Llueve de nuevo en Manizales, el miedo me embarga... Todos mis zapatos son de tela.
Si lo pienso bien, casi toda mi vida mis zapatos han sido de tela. He aprendido a esquivar charcos, pero aún no tengo maestría, mis pies de una u otra forma terminan mojados y mis medias emparamadas.

Características generales de mis zapatos:
- A pesar del color que tengan llegan a obtener el color gris mugre.
- Uno de los zapatos, izquierdo o derecho, tiene la suela rota en la parte del talón.
- Son de tela

(Quiero una botas de lluvia rojas que me protejan. No hay botas de lluvia rojas a mi alrededor.)

Hace unas semanas compré una botas de cuero negras con punta de acero. Claramente no son mi estilo y no cumplen con las características generales de mis zapatos. Las compré para poder tomar una clase (Escultura I), no me las había puesto, las tenía tiradas en el rincón, las cargué a la universidad en una bolsa de plástico para ponermelas exclusivamente en el taller y luego volver a mis tennis de tela con suela delgada, pero ese día no hubo necesidad...
Hoy llovía con intensidad a la hora en que iba a salir de casa, tenía los tennis rotos puestos y me di cuenta que mis pies estarían bañados a penas salieran al exterior.

No tuve opción.
Las saqué del rincón.
Decidí combatir la lluvia con ellas.
-Pesan-
Pero pisar charcos sin tener temor a mojarte, ahí reside una de las bellezas de la vida.
Mis pies estuvieron abrigados y resguardados.
No tuve miedo.

Caminar con ellas es complicado,
me quedan un poco grandes,
y después de un rato duelen los pies.
Supongo que ese es el precio que hay que pagar por la comodidad de unos pies alejados del agua.

Supongo que las usaré en días de lluvia, mientras encuentro una botas de lluvia rojas, y en días de sol seguiré con mis zapatos de tela gris mugre y suela rota porque en ellos también reside la belleza de la vida.

Comentarios

Entradas populares