Cempasúchitl

Mi casa en Guadalajara estaba a dos cuadras del mercado Alcalde, recuerdo nuestras excursiones con Naye, Abi, Isis y otras veces con Marce cuando se quedaba por las tardes y hacíamos comida en la casa.
Recuerdo octubre en el mercado, el día en que la entrada estuvo llena de flores amarillas y naranjas.
Para ese entonces no conocía la palabra que les daba el nombre, tampoco que días después,  junto a Diego, vería los camiones llenos de flores naranjas para día de muertos. 

Cempasútchitl, zenpasuchitl. cempasúchil, la flor de los cuatrocientos pétalos.

En Taxco, cuando íbamos a Chilpo, vi los caminos tornarse amarillos justo después de que Diego me despertaba para que no me los perdiera.

Desde entonces, octubre es mi época favorita del año y se puede inferir que, tal vez estoy en el lado equivocado del planeta...

Hace unos días fui al vivero con mis padres, salimos a caminar y entramos a curiosear.
Junto a las flores y plantas aromáticas, un puñado de flores amarillas y pomposas.
¿cempasúchil tal vez?

Me quedé con la duda mientras volvimos a casa.

Encontré una foto del día del mercado, lo que me lleva al día del vivero y que ayudó a despejar mi duda:
Eran cempasúchil. 

Volví por ella y ahora tengo una flor amarilla que hace que la distancia se acorte.
Qué disipa la nostalgía y es que, hace tres años aprendí una de las palabras más bonitas de México.



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