Las lágrimas no tienen oídos

Parece simple:
-No chilles-
lo digo,
lo dices.
Pero las lágrimas no escuchan.
Mis ojos no funcionan como una llave
que abro y cierro cuando quiero.
Son corrientes
de agua salada que
inundan y
ahogan.
Impredecibles
así,
como el mar
y la lluvia.


Comentarios

Entradas populares