Obviedad No. 1

Aunque parezca obvio, el agua moja.
Sí, aunque suene absurdo, aun no dejo de comprobarlo...
Todo inicia con una gota. (Minúscula)
Es simple y esporádica al comienzo. (La lluvia)
Y es que no puedo hablar de otra cosa.
Llueve; en presente (mientras escribo)
Llovió; en pasado (Hace un rato, mientras estaba afuera, donde no había techo ni resguardo).
Lloverá; en futuro (porque la lluvia siempre aparece allá donde el tiempo aún no empieza a correr).

Hoy llovió, me volví a mojar.
Sentí la primera gota correr por mi espalda,
La primera es la importante porque es clara la diferencia entre lo seco y lo mojado.
Después, todo es agua.
La primera gota abre el camino,
se extiende,
se hace charco.
Lo mismo pasa cuando toca mis zapatos,
una gota,
luego varias,
luego no hay duda,
nunca hay duda,
de que el agua moja,
de que se ha extendido a lo largo de la superficie,
que se añade,
y que forma un charco adentro,
y que forma un charco afuera,
al final,
todo termina con una suma exponencial de gotas que lo mojan todo.